La voz del pueblo se agiganta { 25 images } Created 12 May 2011
Caminar y expresar un sentimiento colectivo de descontento ha sido causante del titular más leído en Chile durante los últimos tres meses. Las marchas multitudinarias han atestado las calles de las principales ciudades chilenas, en donde gente de todas las edades, entidades y estratos sociales se han unido con el fin de agrandar la voz y gritar cada proclama.
Desde la aprobación de algunos mega proyectos que atentan contra las riquezas naturales, pasando por desarrollo que sólo alcanza para algunos y que perjudica a otros, hasta la enfermedad terminal que aqueja a la educación en vías de privatización. Todos conflictos que terminan acabando con los proyectos o posibilidad alguna de los estratos sociales más bajos, campesinos, indígenas, pescadores o simples ciudadanos que necesitan vivir en paz.
El país en vías de un desarrollo insostenido, continúa intentando aparentar algo de lo que dista mucho: Un país que explota sus recursos de manera sustentable, con firmes y adecuadas leyes ambientales. Un país con educación pública gratuita pagada por los minerales del norte grande. Un país que cuida y respeta la raíz ancestral indígena y campesina. Un país que busca el bienestar de sus habitantes en forma uniforme y de acuerdo a la realidad de cada chilena y chileno. Bienestar que no se compra con dinero, sino que nace del respeto de los derechos humanos.
La expresión toma fuerza en estos grandes grupos humanos, donde afloran pequeñas minorías que tienen algo que decir. Temas como la iglesia abusiva, la discriminación, la privatización de todo, conflictos ambientales desconocidos, la despenalización del Cannabis, entre otros. Asoman y hacen que la gente comience a pensar.
En respuesta, se obtiene control y represión policial. Además de un implacable manejo político, que filtra a la potente televisión y recientemente espía las redes sociales.
Las propuestas están sobre la mesa. El análisis de éstas y el proceder del gobierno, marcarán sin duda alguna el Chile del futuro.
Desde la aprobación de algunos mega proyectos que atentan contra las riquezas naturales, pasando por desarrollo que sólo alcanza para algunos y que perjudica a otros, hasta la enfermedad terminal que aqueja a la educación en vías de privatización. Todos conflictos que terminan acabando con los proyectos o posibilidad alguna de los estratos sociales más bajos, campesinos, indígenas, pescadores o simples ciudadanos que necesitan vivir en paz.
El país en vías de un desarrollo insostenido, continúa intentando aparentar algo de lo que dista mucho: Un país que explota sus recursos de manera sustentable, con firmes y adecuadas leyes ambientales. Un país con educación pública gratuita pagada por los minerales del norte grande. Un país que cuida y respeta la raíz ancestral indígena y campesina. Un país que busca el bienestar de sus habitantes en forma uniforme y de acuerdo a la realidad de cada chilena y chileno. Bienestar que no se compra con dinero, sino que nace del respeto de los derechos humanos.
La expresión toma fuerza en estos grandes grupos humanos, donde afloran pequeñas minorías que tienen algo que decir. Temas como la iglesia abusiva, la discriminación, la privatización de todo, conflictos ambientales desconocidos, la despenalización del Cannabis, entre otros. Asoman y hacen que la gente comience a pensar.
En respuesta, se obtiene control y represión policial. Además de un implacable manejo político, que filtra a la potente televisión y recientemente espía las redes sociales.
Las propuestas están sobre la mesa. El análisis de éstas y el proceder del gobierno, marcarán sin duda alguna el Chile del futuro.